Con la llegada del solsticio de verano este sábado 21 de diciembre, el panorama agroclimático en Argentina se presenta marcado por temperaturas extremas y precipitaciones desiguales, según el informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA). Las altas temperaturas dominarán gran parte del área agrícola del país, impulsadas por vientos provenientes del Trópico, lo que llevará los termómetros por encima de lo normal en muchas regiones productivas.
Se esperan máximas superiores a los 35°C en áreas clave como el este del NOA, la región del Chaco y el norte y oeste de la región Pampeana. Sin embargo, el litoral atlántico experimentará valores más moderados debido a la influencia de los vientos marinos.
Respecto a las precipitaciones, se pronostican lluvias limitadas y desiguales. Mientras que el frente tormentoso traerá aportes significativos (de 25 a más de 100 mm) en el NOA y el oeste pampeano, vastas zonas del centro y sur del país enfrentarán déficit hídrico, con precipitaciones por debajo de los 10 mm. Este escenario podría afectar gravemente la campaña agrícola en curso, especialmente en cultivos clave como el maíz y la soja.
La combinación de ola de calor y posibles heladas debido a una masa de aire polar generará un clima extremadamente variable, con un impacto directo sobre los cultivos de verano. Las precipitaciones en algunas regiones del norte y el oeste podrían ser una oportunidad para consolidar buenos rendimientos, mientras que en otras áreas, la falta de agua podría comprometer el llenado de granos. Además, el estrés hídrico en el ganado y el aumento del riesgo de incendios en zonas con vegetación seca representan desafíos adicionales para el sector agropecuario.
