Después de que el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, anunciara que investigará a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y al canciller Gerardo Werthein como parte de la causa por la detención del gendarme argentino Nahuel Gallo, el Canciller respondió contundentemente, acusando al gobierno chavista de intentar desviar la atención de los abusos cometidos bajo su gestión.
El 8 de diciembre, Gallo fue detenido en Venezuela bajo acusaciones de “espionaje”. Sus familiares y el gobierno argentino insisten en su inocencia, pidiendo su liberación. Durante una reunión con Bullrich y Werthein, los familiares reiteraron el pedido de liberación, lo que motivó la respuesta de la ministra quien, en conferencia de prensa, acusó al fiscal venezolano de “mentir” y sostuvo que lo único ilegal fue la forma en que fue detenido Gallo.
Horas después del pronunciamiento de Bullrich, Saab emitió un comunicado en el que afirmó que tanto la ministra como el canciller serían incorporados a la causa, señalándolos como “personas de interés”.
En su respuesta, Werthein acusó al fiscal venezolano de intentar ocultar los abusos cometidos por el régimen chavista, citando su historial de violaciones a los derechos humanos como desapariciones, secuestros ilegales y detenciones arbitrarias. A continuación, hizo un llamado a Saab a enfrentar la justicia internacional, afirmando que la verdad solo puede ser determinada por un tribunal imparcial y que el mundo no permitirá la impunidad. Werthein concluyó exigiendo la liberación de Gallo y destacando la importancia de la defensa de los derechos humanos a nivel global.