El Gobierno argentino está avanzando en la creación de una reforma migratoria que implementará mayores controles y restricciones al acceso a la residencia en el país. El proyecto, que modifica la Ley de Migraciones (25.871), será presentado al Congreso durante las sesiones ordinarias de 2025. La iniciativa busca establecer un régimen más estricto para la entrega de residencias, especialmente a estudiantes extranjeros, debido a la falta de control durante la gestión anterior.
El Ejecutivo ha señalado que en la administración pasada no se verificó adecuadamente la documentación presentada por los extranjeros, lo que permitió que algunos estudiantes, tras solo unos meses de estudios, se quedaran a vivir en Argentina. Además, el Gobierno tiene como objetivo restringir la residencia de inmigrantes ilegales que obtienen la ciudadanía argentina por tener hijos nacidos en el país. Para esto, se exigirá una serie de documentos adicionales como el pasaporte, la partida de nacimiento del país de origen, y el certificado de antecedentes penales.
La reforma también vincula el programa de regularización Patria Grande, impulsado por Néstor Kirchner, que permitió regularizar a más de 500,000 personas hasta 2007, y establece nuevas medidas como el arancelamiento sanitario y universitario para extranjeros no residentes.
Otro aspecto clave de la reforma es el refuerzo de los controles fronterizos, especialmente en el norte del país, con el lanzamiento del plan Güemes en la provincia de Salta, que aumenta la presencia de fuerzas de seguridad en la frontera con Bolivia. Además, se impulsarán dos decretos para permitir la actuación de las Fuerzas Armadas contra organizaciones terroristas y carteles del narcotráfico. Este enfoque restrictivo forma parte de una estrategia más amplia para proteger la seguridad nacional y prevenir amenazas extranjeras.