En medio de la polémica, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió la instalación de un cerco de 200 metros en la frontera de Salta con Bolivia, con el objetivo de frenar el contrabando y mejorar los controles en la circulación de personas. A través de su cuenta de X, Bullrich aseguró: “Desde el Gobierno Nacional impulsamos la cerca en Aguas Blancas para cuidar a los argentinos del narcotráfico”.
El cerco, que se instalará en la localidad salteña de Aguas Blancas, se extenderá desde la terminal de micros hasta los puestos de control del Puerto de Chalanas, con el fin de evitar el paso ilegal de personas y el contrabando. Esta medida forma parte del Plan Güemes, una iniciativa del Ministerio de Seguridad que busca intensificar los controles en las fronteras del norte del país. Bullrich destacó la importancia de esta acción, señalando que el cruce fronterizo en Aguas Blancas era un “terreno de nadie” antes de la implementación del plan, caracterizado por narcotráfico y descontrol.
El plan de seguridad incluye el despliegue de 310 efectivos de fuerzas federales y un refuerzo de la presencia en puntos críticos, como el río Bermejo y la Ruta Nacional 34. Además, se busca fortalecer el control del narcotráfico, el contrabando y la trata de personas.
Sin embargo, la medida ha generado preocupación en Bolivia. El Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país expresó que los temas fronterizos deben ser tratados a través de mecanismos de diálogo bilateral y advirtió que cualquier medida unilateral podría afectar la buena vecindad entre ambos países. Además, el ministro de Justicia de Bolivia, César Siles, declaró que esta decisión podría contravenir los tratados internacionales y pidió al presidente Javier Milei que reflexione sobre la medida.
