Este miércoles, Franco Colapinto dio un paso importante en su carrera al subirse por primera vez al auto de Alpine y realizar las pruebas TPC en Barcelona. Estas pruebas, que se celebraron un día después de las de Jack Doohan, ponen al piloto australiano bajo la mira, especialmente debido a la presencia del argentino como reserva en la escudería francesa. La noticia de las pruebas, que fueron observadas de cerca por los medios internacionales, asegura que los tiempos mostraron una clara diferencia entre los dos pilotos.
Flavio Briatore, asesor ejecutivo de Alpine, no tardó en tomar cartas en el asunto. El empresario italiano, conocido por su enfoque exigente, emitió una directiva que aumenta aún más la presión sobre Doohan. Se ha solicitado que se realicen “informes muy completos” sobre el rendimiento de ambos pilotos durante estas pruebas. El objetivo de estos análisis es evaluar no solo el tiempo por vuelta, sino también otros factores cruciales como el comportamiento del piloto en pista, su capacidad para mejorar los reglajes, y la gestión de niveles de estrés, entre otros detalles importantes.
Las pruebas TPC, avaladas por la FIA, se realizan con monoplazas de más de dos años de antigüedad y son fundamentales para que los pilotos se preparen para futuras competiciones. El reglamento establece que estas pruebas están limitadas a 20 días al año, y están diseñadas para pilotos novatos o aquellos que no compiten de manera regular en la Fórmula 1. Sin embargo, también existe la posibilidad de que pilotos titulares participen, pero solo pueden recorrer un máximo de 1.000 kilómetros en cuatro días de pruebas.
Con este programa, Alpine busca asegurar que Franco Colapinto se prepare adecuadamente para cualquier oportunidad futura. Esto incrementa aún más la presión sobre Jack Doohan, quien sabe que su rendimiento podría ser clave si se necesita un reemplazo para Pierre Gasly o él mismo durante la temporada 2025.