El cardenal Angelo Becciu, condenado por corrupción, anunció que no participará del cónclave que comenzará el 7 de mayo, luego de ceder ante la presión del colegio cardenalicio y tras conocer el contenido de una carta firmada por el papa Francisco. La noticia generó alivio dentro del Vaticano, ya que su participación amenazaba con provocar un escándalo sin precedentes.
Según Il Corriere della Sera, fue el cardenal Pietro Parolin, uno de los principales papables, quien le mostró la carta del papa. Incluso, otros medios como Domani señalan que Francisco habría dejado dos cartas, una de 2023 y otra en febrero de este año, ambas dejando claro que Becciu no debía integrar el cónclave.
Aunque Becciu argumentó que el papa nunca le retiró formalmente sus derechos cardenalicios, su decisión de dar un paso al costado fue interpretada como un gesto para evitar dañar aún más a la Iglesia. “Por el bien de la Iglesia”, habría dicho en privado.
Becciu, de 76 años, fue condenado a cinco años y medio de prisión por una operación inmobiliaria en Londres y por desviar fondos de Cáritas de Cerdeña, institución presidida por su hermano. Fue el primer cardenal juzgado por un tribunal penal del Vaticano, aunque la sentencia aún está en apelación.
Su exclusión del cónclave busca preservar la legitimidad del proceso de elección del próximo papa, ante una participación que incluso pudo haber sido causal de anulación del proceso eleccionario.
