Fernando Gago dejó de ser el entrenador de Boca Juniors tras la derrota por 2-1 frente a River Plate en el Superclásico disputado en el Monumental. La decisión fue tomada por el presidente del club, Juan Román Riquelme, quien sentenció el fin de un ciclo que ya venía golpeado desde hace meses.
El exmediocampista de 39 años dirigió 30 partidos en los 197 días que duró su ciclo, con un saldo de 17 victorias, 6 empates y 7 derrotas, lo que le dio una efectividad del 63,3% (57 puntos sobre 90 posibles). Sin embargo, más allá de los números, hubo tres golpes que terminaron de minar su proyecto al frente del Xeneize.
El primero fue la eliminación en las semifinales de la Copa Argentina 2024, en un partido memorable y doloroso ante Vélez, que terminó 4-3 y dejó al equipo afuera de un certamen que históricamente sirve de atajo a la Copa Libertadores.
Luego llegó el mazazo internacional: Boca fue eliminado en la segunda fase de la Copa Libertadores a manos de Alianza Lima de Perú, un fracaso inesperado que dejó una herida profunda en el club, que ni siquiera pudo ingresar a la Copa Sudamericana.
Y finalmente, el Superclásico: la caída ante River con un rendimiento deslucido y sin reacción, fue el golpe de gracia. La derrota en el Monumental dejó sin margen a Gago y precipitó su salida del cargo.
Con su estilo marcado, Gago intentó imponer una idea de juego clara, pero los resultados en los partidos clave terminaron inclinando la balanza. El ciclo, que había comenzado con altas expectativas, se despide con más dudas que certezas.
