La persona más anciana del mundo, la monja brasileña Inah Canabarro Lucas, falleció este miércoles a los 116 años, según informó la Congregación de las Hermanas Teresianas con quienes vivía en Porto Alegre, Brasil. Inah, quien había sido bendecida por el papa Francisco en 2018 a los 110 años, recibió una bendición apostólica que incluía un certificado especial, el cual colocó en un lugar destacado de su habitación.
Inah Canabarro Lucas nació el 27 de junio de 1908 en San Francisco de Asís, Brasil, aunque su nacimiento fue registrado el 8 de junio. Desde joven, se dedicó al servicio religioso, siendo ordenada monja a los 26 años. Su longevidad fue atribuida a su fe en Dios, quien, según ella, era el secreto de su vida. A lo largo de su vida, Canabarro destacó por su disciplina, comunicación y acogida, convirtiéndose en la segunda monja más longeva de la historia.
En cuanto a su fallecimiento, la causa oficial fue disfunción orgánica múltiple, aunque sus familiares indicaron que murió de vejez, sin haber padecido ninguna enfermedad grave. Además de su amor por la religión, Inah era hincha del Sport Club Internacional y fanática del asado, y continuó pintando hasta los 112 años.
Su historia es un ejemplo de dedicación, fe y longevidad, dejando un legado de bondad y amor.