La Casa Rosada negocia con gobernadores para colocar candidatos libertarios en las listas para las elecciones, en una jugada que mezcla pragmatismo político con ambición de poder. Si las elecciones legislativas de este año fueran un partido de fútbol, Javier Milei planea jugar las semifinales con suplentes, pero la final con titulares. Esta metáfora ilustra claramente la estrategia “mixta” del Presidente, que consiste en ceder lugares en las boletas provinciales a aliados como el PRO y la UCR, pero reservar los principales espacios nacionales para fortalecer a La Libertad Avanza (LLA).
Karina Milei, principal armadora del espacio, se reunió con Cristian Ritondo y Diego Santilli para acordar el reparto de las candidaturas en la Provincia de Buenos Aires, donde el oficialismo necesita sumar al PRO para enfrentar al kirchnerismo. Sin embargo, los espacios serán limitados y aún no está claro si los candidatos conservarán su sello partidario o deberán integrarse totalmente a LLA.
En provincias como Chaco y Corrientes, Milei busca repetir alianzas exitosas, como la que hizo con Leandro Zdero, donde se impuso con solo tres candidatos libertarios en la lista. El objetivo es claro: llenar las listas de octubre con nombres propios, aumentar el peso de LLA en el Congreso y reducir la dependencia de los gobernadores.
