El 2024 quedará marcado como uno de los años más desafiantes para la economía argentina, con retrocesos en múltiples sectores debido a un entorno global complicado y las políticas internas del nuevo gobierno de Javier Milei. El fuerte ajuste económico tras la devaluación y el freno en la obra pública fueron factores claves que afectaron a la construcción y otros sectores productivos. Sin embargo, a medida que avanzaba el segundo semestre, se comenzaron a ver señales leves de recuperación, lo que generó expectativas positivas para el 2025.
Para este nuevo año, las proyecciones económicas son optimistas. Se espera que el PBI crezca entre 4,5% y 5%, mientras que el consumo privado también repuntará, en línea con las inversiones y las exportaciones, particularmente en el sector energético. No obstante, la recuperación no será homogénea: sectores como la energía y la molienda de soja tendrán un buen desempeño, pero industrias como la automotriz y la construcción enfrentan mayores desafíos.
El informe de la consultora Abeceb subraya que la clave para la recuperación será la capacidad de las empresas para adaptarse a un entorno más competitivo, optimizando procesos y ajustando precios estratégicos. Además, el tipo de cambio y las restricciones cambiarias, como el cepo, seguirán siendo temas centrales en el 2025. Se espera que algunos sectores, como el energético, sean los principales motores de crecimiento, mientras que otros, como la construcción, necesitarán tiempo para consolidarse.