Esta semana volvieron a aumentar las tasas de interés de los créditos hipotecarios UVA, generando creciente preocupación en el mercado. Los préstamos que se ajustan por inflación, y que en muchos casos eran la única vía de acceso a la vivienda para miles de familias, ahora se encarecen considerablemente. Algunos bancos ya aplicaron cinco subas en un año, pasando de tasas cercanas al 5% a niveles que rozan los dos dígitos.
El sector inmobiliario está en alerta. Según el economista Andrés Salinas, “para ver intereses más bajos falta tiempo, además de estabilidad prolongada”. Mientras entidades públicas como el Banco Nación o el Ciudad mantienen tasas más bajas (4,5% y 3,5% respectivamente), bancos privados como el Hipotecario, Santander y BBVA ya ofrecen tasas del 9,5%, y otros como el Supervielle y Patagonia rondan el 8,5%.
Los créditos hipotecarios UVA se actualizan por inflación, lo que significa que además de una tasa fija, el capital adeudado se ajusta por el aumento del costo de vida. Esto eleva el costo real del préstamo y puede poner en jaque la capacidad de pago de muchas familias.
La demanda se mantiene alta, con más de un millón de solicitudes presentadas, pero los bancos restringen las condiciones: mejores tasas solo para quienes cobran sueldo en la entidad y compran primera vivienda. Los que no cumplen estos requisitos enfrentan tasas aún mayores.
Según datos del Banco Central, el crédito hipotecario ajustable por UVA creció un 223,7% interanual hasta abril, a pesar de las tasas elevadas. Sin embargo, la tendencia podría frenarse en mayo tras el último aumento.
