Desde el pico histórico registrado en julio, cuando los ajustes de alquileres alcanzaron el 265% interanual, el Índice de Contratos de Locación (ICL) ha mostrado una desaceleración significativa. En enero de 2025, el ICL se ubica por debajo del 200% por primera vez, alcanzando un 190,69%. Esto representa una caída del 75% respecto al índice de julio, lo que se traduce en un alivio parcial para los inquilinos que deben renovar sus contratos.
El ICL, calculado por el Banco Central de la República Argentina, tiene un impacto directo en los valores de alquileres. Si un inquilino que paga actualmente $100.000 mensuales experimenta el ajuste en enero, su nueva cuota será de $290.900, una cifra elevada, pero mucho más moderada que en meses anteriores. Esta caída progresiva en el índice se ha dado en un contexto marcado por la modificación de las normas que regulan el mercado inmobiliario, especialmente con la derogación de la Ley de Alquileres y la implementación del DNU 70/23 durante el gobierno de Javier Milei.
Alejandro Braña, experto en el sector, resaltó que el ICL lleva cinco meses consecutivos de caída interanual, y en diciembre, alcanzó su descenso más fuerte con un 18,47%. Este cambio también responde a la desaceleración de la inflación y la moderación de los aumentos salariales. En este nuevo escenario, muchos inquilinos han comenzado a negociar ajustes con índices más favorables, como el Índice de Precios al Consumidor (IPC), lo que les permite tener mayor previsibilidad y mejores condiciones.
La disminución del ICL sugiere un cambio en la dinámica del mercado de alquileres, marcando una nueva etapa en la relación entre inquilinos y propietarios, quienes buscan acuerdos más flexibles. Las expectativas para 2025 indican que los ajustes seguirán moderándose si la inflación continúa su desaceleración. Esto puede generar un entorno más equilibrado y predecible para todos los involucrados.