Sobre la hora, el Gobierno decidió postergar el anuncio de una de las medidas económicas más esperadas. La decisión, confirmada por la Casa Rosada, se debió a la proximidad de las elecciones porteñas, lo que llevó a aplazar la presentación del nuevo régimen de uso de dólares ahorrados para compras y transacciones, con un relajamiento de los controles impositivos.
Tanto en la Casa de Gobierno como en el Ministerio de Economía explicaron que la postergación responde a un cálculo político, no a demoras técnicas. El trabajo ya estaba avanzado, especialmente en las áreas legales, con participación clave del ARCA, la UIF y el Banco Central. El objetivo del decreto es modificar criterios de fiscalización para facilitar la remonetización en dólares.
La medida incluiría cambios en el impuesto a las Ganancias y ajustes en los controles bancarios, permitiendo ingresar divisas al circuito formal mediante una simple declaración jurada. Según fuentes oficiales, no se abrirá una “ventana” de blanqueo tradicional, ya que el esquema llegará por decreto.
El Gobierno asegura que cumplirá con los estándares del GAFI, para evitar sanciones y mantener el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. En palabras del propio Milei, se trata de una “revolución monetaria” que busca empujar una dolarización endógena, clave en su plan económico.