En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, también crece la preocupación por su impacto ambiental. Frente a esta contradicción, un emprendedor argentino decidió hacer la diferencia. Dino Zweig fundó Hune, un emprendimiento de exportación que transforma plástico descartado en productos tecnológicos con un fuerte enfoque en la sostenibilidad.
Hune nació en 2021, en medio de un proceso personal desafiante para su creador, quien atravesó un tratamiento contra el cáncer. A pesar de ello, el proyecto siguió creciendo y hoy ya recicló más de 7000 kilos de plástico, convirtiéndolos en auriculares, cargadores y cables. La compañía, certificada por el Global Recycled Standard, prioriza el impacto social y ambiental antes que la rentabilidad inmediata.
Desde su sede en Argentina, Hune exporta a México, Italia, Inglaterra y España, y se proyecta como un referente mundial en tecnología sustentable. Con empaques sin plástico, materiales reciclados y diseño accesible (incluye braille y plegado origami), Hune también colabora con artesanos locales.
El modelo de negocio circular de Hune busca reducir el e-waste, y alienta a los consumidores a reciclar sus productos al final de su vida útil. Además, con precios accesibles en el mercado local, la empresa apunta a democratizar la tecnología sustentable.
“Otra forma de hacer tecnología es posible”, sostiene Zweig, convencido de que Hune es más que una marca: es una comunidad que busca cambiar el mundo, un producto a la vez.
