En enero de 2024, el Gobierno anunció un aumento del 1,6% en las tarifas de luz y del 1,8% en las de gas natural. Esta medida busca colaborar con la desaceleración de la inflación, con el objetivo de alcanzar un nivel de variación mensual inferior al 2% en los próximos meses. Según fuentes oficiales, el ministro de Economía, Luis Caputo, destacó que estos incrementos estarán por debajo de las pautas tradicionales, buscando un equilibrio con los objetivos del Banco Central de la República Argentina (BCRA) de reducir el ritmo de inflación al 1% mensual, para luego llegar eventualmente a un nivel cercano al 0%.
El aumento está diseñado para mantenerse bajo hasta marzo, cuando se realizará una revisión tarifaria que podría implicar incrementos mayores, pero que no superarán los dos dígitos para los hogares. Esta política tiene como meta una mayor eficiencia en el sector energético y una revisión de subsidios, con la idea de recortar en más de USD 3.000 millones los subsidios a la energía para 2025.
Las tarifas que los usuarios pagan incluyen el costo de la energía, transporte, distribución e impuestos, con subsidios enfocados en el costo de la energía. El Gobierno continúa con su política de segmentación, beneficiando a hogares de ingresos bajos y medios. La Secretaría de Energía, bajo la dirección de María Tettamanti, trabaja en la implementación de un nuevo esquema de subsidios para mediados de 2025, reduciendo el número de beneficiarios.
El panorama económico sigue su curso con ajustes que buscan equilibrar la economía, especialmente en un contexto de alta inflación y la necesidad de sanear los balances de las distribuidoras y transportistas del sector energético.
