El dólar blue ha experimentado un repunte significativo, cerrando este viernes a $1105, lo que refleja una suba de $55 en solo una semana. Aunque en comparación con el 2 de enero, cuando cotizaba a $1005, el alza en 12 meses es moderada, con un aumento del 10%. Este aumento pone en evidencia las tensiones sobre la estabilidad cambiaria, un tema central en la agenda económica del Gobierno.
El Ejecutivo ha asegurado que continuará trabajando para mantener la estabilidad cambiaria, con planes como la reducción del crawling peg al 1%. Sin embargo, las consultoras macroeconómicas se muestran cautelosas, advirtiendo sobre la falta de reservas y las dudas respecto a la política cambiaria. El Gobierno confía en que los dólares de Vaca Muerta, impulsados por el crecimiento del sector energético, podrían ser clave para mantener el equilibrio.
Daniel González, secretario coordinador de Energía, destacó los avances en la balanza comercial energética, que pasará de un déficit de US$6000 millones a un superávit en 2024. Además, anticipó un récord de producción de petróleo y gas para los próximos años, lo que podría contribuir a un fuerte crecimiento en las exportaciones del sector energético.
Sin embargo, las dudas persisten. A pesar del optimismo, varios analistas advierten que el superávit energético no será suficiente para cubrir las crecientes importaciones y los pagos externos. En este contexto, se plantean interrogantes sobre la sostenibilidad de la estabilidad cambiaria y los riesgos de una posible “enfermedad holandesa”, derivada de un crecimiento impulsado por el sector energético, pero con sectores económicos no competitivos.
