Desde que asumió en diciembre de 2023, Javier Milei ha afirmado en reiteradas ocasiones que una de sus prioridades era “sanear las cuentas” y privatizar las empresas públicas. Sin embargo, este objetivo fiscal avanza a paso lento. Al cierre de 2024, más del 40% de las empresas bajo la órbita estatal aún registran números rojos.
Según cifras oficiales de la Oficina Nacional de Presupuesto, las 33 empresas públicas no financieras tuvieron un déficit operativo de $2.094.714,6 millones, lo que obligó al Tesoro a realizar transferencias por $3.658.214,7 millones durante el último trimestre de 2024. Aunque se reportó un superávit financiero de $1.115.759,7 millones en los tres últimos meses del año, este resultado positivo se debe a las mejoras operativas en compañías como Aerolíneas Argentinas, Enarsa (por la comercialización de gas) y AySA.
A pesar de los esfuerzos por reducir el gasto, 14 empresas públicas (el 42% del total) aún mostraron resultados financieros deficitarios en el último trimestre de 2024. Entre ellas destacan Casa de Moneda, AGP, ADIF y YCRT.
Además, el plan del gobierno de reducir la nómina de trabajadores en el sector público tuvo un impacto significativo, con una caída de casi el 14% en la cantidad de empleados, pasando de 92.058 en el cuarto trimestre de 2023 a 79.209 a finales de 2024. Este ajuste, que afectó empresas como Correo Argentino, AySA y Aerolíneas Argentinas, refleja la presión por mejorar la eficiencia fiscal.
Aunque algunas empresas muestran mejoras, el desafío sigue siendo significativo para lograr un equilibrio fiscal sostenible y cumplir con los objetivos de privatización.