El 2024 marcó un hito en la historia de la deuda pública argentina, ya que el pago de vencimientos de deuda por más de USD 4.300 millones dejó las reservas brutas del Banco Central (BCRA) por debajo de los USD 31.000 millones. Esta cifra refleja los desafíos enfrentados en la gestión económica del país, pero también pone en evidencia la evolución de la deuda pública en los últimos años. Aunque en el debate político se suele centrarse en las obligaciones en moneda extranjera, es importante considerar también las deudas en moneda local y las que tiene el BCRA, ya que tienen un impacto significativo en la deuda total del Estado.
El análisis de Pablo Repetto, economista de Aurum Valores, muestra que los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner (CFK) y Alberto Fernández fueron los que más endeudaron al Estado argentino en términos netos, con aumentos de USD 170.000 millones en la deuda neta. En contraste, la gestión de Javier Milei ha logrado reducir la deuda estatal neta en USD 46.000 millones durante sus primeros 13 meses, principalmente gracias a un control más estricto sobre la deuda en pesos y a la acumulación de depósitos en el BCRA. Esto ha sido un cambio significativo, dado que anteriormente los aumentos eran la norma.
Si bien la deuda neta en moneda extranjera apenas mostró cambios, la caída en la deuda interna es un avance destacable. Este proceso ha sido sostenido por un superávit fiscal, la emisión de deuda en pesos y una serie de políticas orientadas a reducir el gasto público. Este resultado sugiere que, a pesar de las tensiones económicas, la administración actual ha logrado mejorar el perfil de la deuda, lo que podría abrir las puertas a un desempeño macroeconómico más estable en el futuro.
