En 2013, Chris Reynolds, un ciudadano de Pensilvania, fue el protagonista de un insólito error de PayPal que lo convirtió, brevemente, en el hombre más rico del mundo. Un fallo técnico acreditó en su cuenta 92 mil billones de dólares, superando por mucho las fortunas de magnates como Elon Musk o Jeff Bezos. Aunque el saldo nunca estuvo disponible para su uso, la cifra fue motivo de sorpresa y humor para Reynolds, quien comentó: “Era ridículo”.
El error fue corregido rápidamente por PayPal, que ofreció una donación simbólica en nombre de Reynolds a una organización benéfica de su elección. Reynolds eligió beneficiar a una iglesia local, demostrando su interés en causas comunitarias. La anécdota se viralizó, destacando tanto las vulnerabilidades tecnológicas como la actitud positiva del protagonista ante lo sucedido.
A pesar de la atención mediática, Reynolds continuó con su vida habitual, sin cambios significativos en su situación financiera. Este curioso incidente permanece como una historia única y un recordatorio de cómo incluso los sistemas más sofisticados pueden fallar, generando momentos inesperados y memorables.