Rusia y Ucrania acordaron intercambiar 1000 prisioneros de guerra de cada país y comenzaron a negociar un posible alto al fuego. Estas negociaciones, que se dieron en Estambul, marcaron la primera conversación directa entre ambos países desde 2022. Durante el encuentro, el negociador jefe ruso, Vladimir Medinski, expresó estar “satisfecho” con los avances y mostró disposición para continuar con las conversaciones.
Uno de los acuerdos clave fue el canje de prisioneros. Ambos países intercambiarán 1000 prisioneros en los próximos días. Sin embargo, las negociaciones se vieron empañadas por las demandas territoriales rusas, que exigieron la retirada de las fuerzas de Kiev de las regiones de Jersón, Zaporiyia, Donetsk y Lugansk, anexadas ilegalmente por Rusia. Esta condición fue rechazada por Ucrania.
A nivel internacional, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, solicitó sanciones contra Rusia si las conversaciones no progresaban, mientras que líderes mundiales como el presidente francés, Emmanuel Macron, y el presidente estadounidense, Donald Trump, también intervinieron, exigiendo el fin de los combates.
El encuentro en Estambul es solo el comienzo de un proceso incierto hacia la paz, con el canciller turco, Hakan Fidan, subrayando la urgencia de un alto al fuego. La presión internacional sigue siendo crucial para el avance de las conversaciones.