Un fuerte terremoto de 7,3 grados de magnitud sacudió este martes a Vanuatu, una nación insular ubicada en el Pacífico Sur. El sismo, que ocurrió a mediodía local, provocó la muerte de al menos 14 personas y dejó a la capital, Port Vila, gravemente afectada. El epicentro se localizó a unos 30 kilómetros de la isla de Efate, a 57 kilómetros de profundidad, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos.
El terremoto causó serios daños en la infraestructura de la ciudad, incluido un edificio que alberga las embajadas de varios países, entre ellos Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda. El edificio sufrió fuertes daños, y aunque las embajadas de EE. UU. y Francia confirmaron que sus empleados estaban a salvo, las estructuras quedaron destruidas.
Además, el sismo provocó caos en la ciudad, con imágenes que mostraban a personas siendo trasladadas al hospital en vehículos improvisados. También se reportaron graves daños en las carreteras, deslizamientos de tierra que sepultaron un autobús y la caída de puentes, lo que empeoró la situación. El hospital de Port Vila quedó dañado y se tuvieron que instalar tiendas de campaña para atender a los pacientes.
El terremoto también provocó cortes en las telecomunicaciones y daños en los embalses de agua, afectando a unas 116.000 personas. A pesar de la alerta inicial de tsunami, esta fue retirada rápidamente. Vanuatu, ubicada en el Anillo de Fuego del Pacífico, es una de las naciones más vulnerables a desastres naturales, lo que hace que eventos como este sean especialmente devastadores para su población.
