El presidente Javier Milei anunció este jueves que firmará un decreto de necesidad y urgencia (DNU) relacionado con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el cual será enviado al Congreso para su aprobación. Milei destacó la importancia de un “compromiso urgente” de los diputados y senadores de diferentes espacios políticos para asegurar la viabilidad del acuerdo.
Con las elecciones en mente, el oficialismo ha intensificado las negociaciones con los bloques aliados para asegurar el respaldo de los proyectos del Ejecutivo, mientras que los gobernadores dialoguistas juegan un papel crucial en este proceso. Aunque el FMI dejó claro que la aprobación del Congreso no es vinculante, el Gobierno busca obtener el respaldo de todo el espectro político, similar a gestiones previas, aunque se destaca que esta vez se trata de un DNU en lugar de un acuerdo formal.
Desde el peronismo, algunos advierten que el Gobierno podría estar intentando “compartir responsabilidades” con el Congreso para evitar cualquier intento de judicialización, ya que un DNU solo puede ser rechazado o aprobado, sin posibilidad de modificaciones. Además, el Congreso enfrenta la presión de decidir sobre la legalidad del decreto antes de proceder a su votación.
El oficialismo se juega mucho con el tratamiento del DNU: si es rechazado por ambas cámaras, el acuerdo con el FMI no podrá ser discutido nuevamente en este período ordinario. En este contexto, la oposición dura ha puesto su mirada en las provincias y su papel clave en la negociación.
La estrategia del oficialismo también incluye incrementos en los recursos transferidos a las provincias, lo que ha ayudado a asegurar el apoyo de los gobernadores. Según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), las transferencias a las provincias crecieron un 20,1% en términos reales en febrero, lo que demuestra una recuperación homogénea a nivel nacional, con Misiones destacándose con un crecimiento del 24,2%.
En medio de esta tensión, el Congreso se prepara para debatir el DNU sobre el acuerdo con el FMI, un tema clave que podría determinar el rumbo de las negociaciones y las alianzas políticas en un año electoral lleno de desafíos para el Gobierno.