El Gobierno anunció una profunda reforma migratoria que incluye desde deportaciones exprés hasta cambios en los requisitos para obtener la ciudadanía argentina. Las nuevas medidas fueron comunicadas por el vocero presidencial Manuel Adorni, y tienen como objetivo endurecer el control migratorio en todo el país.
El Ministerio de Seguridad, liderado por Patricia Bullrich, habilitó la posibilidad de realizar deportaciones exprés para aquellos extranjeros que ingresen por pasos no habilitados o que brinden información falsa al entrar al país. Además, todo extranjero condenado por un delito será deportado, sin importar la gravedad del mismo.
Otro de los puntos clave es la intención del Gobierno de acortar los plazos de apelación en los procesos de expulsión, con el fin de agilizar la deportación de inmigrantes condenados. En esa misma línea, se informó que ningún inmigrante con antecedentes penales podrá ingresar al país.
También se implementarán cobros por atención médica a extranjeros en hospitales públicos. Los inmigrantes ilegales y residentes transitorios deberán pagar por los servicios de salud, o bien presentar un seguro médico. Según datos oficiales, se gastaron 114 mil millones de pesos en 8 hospitales nacionales para atender a pacientes extranjeros.
Finalmente, se anunciaron nuevos requisitos para obtener el DNI y la ciudadanía. La residencia permanente y la ciudadanía argentina solo se otorgarán a quienes vivan legalmente durante dos años consecutivos en el país. “Quienes entren o permanezcan de forma irregular, no van a ser recompensados con la ciudadanía”, concluyó Adorni.
