Este miércoles se llevará a cabo una nueva marcha por los jubilados en las inmediaciones del Congreso, tras los graves incidentes ocurridos la semana pasada. Para evitar nuevos disturbios, el Gobierno ha preparado un operativo de seguridad que contará con la presencia de más de mil efectivos federales y fuerzas de seguridad de diversas instituciones como la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura Naval y Policía de Seguridad Aeroportuaria.
En las últimas horas, se han colocado más vallas que la semana pasada en la Plaza de los Dos Congresos, además de incrementar la presencia de policías y helicópteros sobrevolando la zona. Esto forma parte de un plan de contención que se intensificará durante la noche, cuando se reduzca la circulación, con el objetivo de blindar la zona.
Los comerciantes cercanos al Congreso también se están preparando para la jornada. Según un dueño de un kiosco en Avenida Rivadavia, no sacarán las mesas ni los carteles, y en caso de que se concentre gente, bloquearán la puerta y atenderán a los clientes por ventanilla. La seguridad y los protocolos en los accesos a la Ciudad de Buenos Aires también serán reforzados con la participación de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT).
En la Casa Rosada, se destacan que el operativo será similar al del primer día de marzo, cuando se aislaron los manifestantes mediante vallas. Además, se implementarán camiones hidratantes para dispersar la manifestación en caso de enfrentamientos. La administración de Patricia Bullrich asegura que se defenderá a la sociedad y actuará con firmeza para evitar marchas violentas. Además, se utilizará el artículo 94 del Código Penal para detener a aquellos que perturben la seguridad pública.