El Gobierno de Argentina tomó la decisión de disolver la Unidad de Tareas de Investigación (UTI), creada para investigar el escándalo vinculado con la criptomoneda Libra. A través del decreto 332/2025, firmado por el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, se especifica que la información recopilada por la unidad fue enviada al Ministerio Público Fiscal, lo que llevó a la conclusión de que su tarea había sido cumplida.
Este escándalo comenzó cuando el presidente Javier Milei promocionó la criptomoneda Libra en su cuenta de X, lo que provocó un aumento abrupto en su cotización. El lanzamiento del activo, el 14 de febrero, se vio seguido de fluctuaciones dramáticas en su valor en las fechas subsiguientes, lo que desató dudas y pérdidas millonarias para los inversores que confiaron en el activo.
El aumento del valor de Libra fue especialmente notorio cuando Milei validó públicamente el proyecto, lo que causó que el precio subiera de 0,3 a 2,5 dólares en minutos. Sin embargo, poco después, los inversores vinculados al equipo de desarrollo comenzaron a retirar fondos de liquidez, provocando un colapso en el precio y resultando en pérdidas millonarias cercanas a los 90 millones de dólares.
El escándalo se intensificó cuando se descubrió que Milei retuiteó un mensaje con instrucciones sobre cómo comprar Libra, lo que hizo subir su valor y permitió a ciertos operadores obtener ganancias de hasta 9 millones de dólares en minutos. Estas circunstancias alimentaron las sospechas de uso de información privilegiada.
