El Gobierno ya negocia con los distintos bloques parlamentarios las leyes que se tratarán en las sesiones extraordinarias convocadas para este mes. La estrategia del Ejecutivo se centra en asegurar los votos necesarios antes de que los proyectos lleguen al recinto del Congreso. Según fuentes cercanas, desde la mesa chica del Gobierno, confían en que “estamos más fuertes que hace un mes”. Guillermo Francos, jefe de Gabinete, y Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, son algunos de los integrantes del oficialismo que ya están en contacto con referentes de los bloques opositores, como el PRO, el MID y la UCR. Estos tres bloques fueron los primeros en ser informados sobre la convocatoria a extraordinarias, que finalmente se concretó este viernes por la tarde.
Con las sesiones extraordinarias programadas entre el 21 de enero y el 20 de febrero, el Gobierno tiene en mente una estrategia clara: avanzar en proyectos clave como la Ficha Limpia, la Ley Antimafia y la eliminación de las PASO. Además, se espera que en las próximas horas los principales referentes de los partidos sean convocados a una mesa parlamentaria en Casa Rosada para continuar con las negociaciones.
Aunque las sesiones extraordinarias representan una oportunidad crucial para avanzar en la agenda del Ejecutivo, la oposición también tiene sus dudas, especialmente sobre la eliminación de las PASO y la ausencia del Presupuesto 2025. Los bloques que responden al oficialismo, como la UCR, aseguran que apoyarán los proyectos, pero algunos de sus legisladores aún expresan malestar por la falta de un acuerdo más amplio.
En medio de la tensión por un posible acuerdo para las elecciones de medio término, las sesiones extraordinarias se presentan como la primera prueba parlamentaria para el PRO y La Libertad Avanza, mientras el Gobierno continúa su tarea de conseguir los votos necesarios para la aprobación de leyes clave en un contexto político complejo.