El Gobierno prepara una reforma del Código Civil y Comercial que enviará al Congreso durante las sesiones ordinarias con el objetivo de desregular los contratos entre privados. La Casa Rosada busca reducir la intervención estatal en las relaciones comerciales y fomentar un marco jurídico más flexible. Las modificaciones se centran principalmente en los títulos II y IV del libro tercero, que regulan las contrataciones en general y en particular, con el fin de facilitar acuerdos más directos entre las partes sin la necesidad de una intermediación estatal.
Además, el Gobierno tiene como objetivo reforzar la figura de la propiedad privada y promover métodos alternativos de resolución de conflictos, como la mediación y el arbitraje, para evitar judicializaciones innecesarias. “La base de la reforma es que los privados puedan acordar lo que quieran sin la intervención del Estado”, aseguran desde la Casa Rosada.
Otro aspecto clave de la reforma es la simplificación de trámites en procesos de sucesiones y divorcios, que se encuentran en estudio por parte de un equipo de abogados liderado por María Ibarzabal, secretaria de Planeamiento Estratégico. Además, el Gobierno está trabajando en modificaciones a la Ley de Contrato de Trabajo (20.744), con el fin de cambiar las relaciones laborales y fomentar la formalidad.
Este proyecto de reforma es parte de un enfoque integral que también contempla una posible reforma previsional, con la opción de un sistema jubilatorio privado. El Ejecutivo avanza hacia una desregulación del marco jurídico del trabajo, lo que se complementaría con una futura reforma en el Código Penal y el sistema penitenciario para incluir mayor participación privada, además de fortalecer las penas para delitos graves como el femicidio.
