Mauricio Macri se frenó en la escalera y habló con Cristian Ritondo, una escena que ya parece metáfora del derrumbe del PRO. “Era un velorio”, describió un macrista, aludiendo al clima en la sede amarilla. El PRO cayó en su bastión histórico tras casi 20 años de hegemonía, mientras Manuel Adorni (30,13%) superó a Leandro Santoro (27,35%) y duplicó a Silvia Lospennato (15,92%).
En el Hotel Presidente, Javier Milei y su equipo festejaron: “Macri habló toda la campaña y dejó sola a Lospennato”, se reían. Más que un resultado electoral, el triunfo de Adorni fue simbólico: el desembarco de La Libertad Avanza (LLA) en la capital, desplazando al macrismo.
Macri, por su parte, reconoció que fue un error adelantar las elecciones. Desde diciembre, su espacio dependerá de los libertarios en la Legislatura. En tanto, Karina Milei, cada vez más empoderada, se perfila como la gran estratega de la centroderecha.
La abstención récord —casi el 50% del electorado— fue otro dato clave. Adorni agradeció a los 500 mil votantes que lo respaldaron. De cara a octubre, el Gobierno busca absorber los votos del PRO, mientras Milei refuerza su narrativa: “Despertar leones” frente a una oposición sin reacción.