El Gobierno respondió con dureza al informe de Amnistía Internacional (AI) que cuestionó el protocolo antipiquetes implementado por el Ejecutivo. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, acusó a AI de “no entender nada” y de estar “del lado de los delincuentes”. Bullrich calificó el informe de la organización como “fuera de lugar y ridículo”, en referencia a las críticas sobre el uso de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad durante las manifestaciones. El informe de AI, titulado “Uso excesivo de la fuerza”, documentó situaciones donde las fuerzas policiales habrían utilizado métodos desproporcionados, como gases lacrimógenos y balas de goma, en violación de los principios internacionales sobre el empleo de la fuerza.
Bullrich defendió el protocolo antipiquetes, afirmando que ha sido fundamental para poner fin a años de extorsión a la sociedad por parte de grupos piqueteros. Según la ministra, el informe de AI está influenciado por una visión alejada de la realidad social del país y defendió las medidas tomadas por el Gobierno para proteger a los ciudadanos de las prácticas de piquete. Aseguró que el protocolo busca garantizar la seguridad de los 46 millones de argentinos y no proteger a los “victimarios”.
Por su parte, AI destacó en su informe el uso abusivo de la fuerza, incluyendo disparos indiscriminados de balas de goma, lo que habría causado lesiones graves en manifestantes. Además, mencionó la persecución penal contra aquellos detenidos durante las protestas. El informe de AI genera un debate importante sobre el equilibrio entre el derecho a la protesta y la protección de los derechos humanos en situaciones de manifestación.
