El presidente de Argentina, Javier Milei, recibió este sábado al excandidato presidencial venezolano Edmundo González Urrutia en la Casa Rosada. Tras su encuentro, ambos dirigentes se dirigieron al balcón de la sede de Gobierno para saludar a los miles de venezolanos que se habían reunido en la Plaza de Mayo. Aunque no hubo una declaración conjunta ni una conferencia de prensa posterior, Javier Milei brindó declaraciones a los medios en las que destacó lo significativo del encuentro, calificando de “un honor enorme” recibir al “presidente electo de los venezolanos”.
Milei reveló detalles de la reunión, mencionando que buscó que González Urrutia pudiera “disfrutar del momento” y sentir el cariño de sus compatriotas, lo que, según el mandatario argentino, reflejaba un profundo sentimiento de libertad. Milei destacó la importancia del futuro político de González Urrutia, afirmando que ahora comenzaba el “mayor desafío” de su vida: acceder al poder en Venezuela y reconstruir el país, que, según el presidente argentino, ha sido devastado por el socialismo.
Sobre el futuro de Venezuela, Milei aseguró que “Maduro caerá por el desastre que causaron”, aunque no precisó cuándo ocurriría. Recordó, además, que durante las elecciones había mencionado a un presidente importante del mundo que “Maduro estaba para perder por goleada”, pero que el régimen se resistiría. El mandatario también comparó la situación con la de Argentina, mencionando la experiencia del kirchnerismo y las trampas políticas en épocas de crisis.
En cuanto al impacto de la situación en Venezuela con la asunción de Donald Trump, Milei se mostró optimista sobre las políticas del presidente electo de Estados Unidos, señalando que Trump tiene “una postura fuerte contra las dictaduras” y destacando al senador Marco Rubio como un aliado comprometido con la libertad.
Finalmente, Milei abordó el tema del gendarme argentino Nahuel Agustín Gallo, quien fue secuestrado en Venezuela. Aseguró que Argentina tenía claro el “acto indebido” que había ocurrido. Además, el presidente argentino negó haber ofrecido refugio a González Urrutia, aunque expresó que el país siempre tendría las puertas abiertas para aquellos dirigentes perseguidos por el régimen de Chávez.
Tras la reunión, González Urrutia se mostró con Patricia Bullrich y pidió la liberación del gendarme. El excandidato presidencial venezolano anticipó que el 10 de enero viajaría a Caracas para “tomar posesión de la presidencia”, agradeciendo el reconocimiento de Milei como presidente electo de Venezuela.