Axel Kicillof atraviesa un fin de año complicado, no solo por la interna que sacude al peronismo, sino también por serias dificultades para lograr la aprobación del Presupuesto 2025. A pesar de los esfuerzos, el gobernador bonaerense no ha podido superar los conflictos tanto con la oposición como con sectores internos de su propio espacio.
En la Legislatura, Kicillof enfrenta una complicada división entre los diputados y senadores que, aunque forman parte de su oficialismo, responden a diferentes fuerzas dentro del peronismo, como el Frente Renovador y La Cámpora. La fragmentación interna dificulta alcanzar los dos tercios necesarios en la Cámara para aprobar el presupuesto. Según un diputado del oficialismo, “mientras el Ejecutivo quiera tratar todo junto, será difícil obtener los votos necesarios”.
Además de la disputa interna, los intendentes K, que también exigen una mayor distribución de recursos, reclaman 500 mil millones de pesos, mientras que el gobierno solo ofrece 200 mil millones. A esto se suma la demanda de los jefes comunales para aprobar su reelección indefinida, lo que complica aún más las negociaciones.
El panorama en el peronismo es incierto, con pocos avances y un diálogo entre los principales actores del oficialismo aún pendiente. Si bien hay esperanzas de que se logre un acuerdo, el proceso sigue siendo tenso, y la situación de la Legislatura bonaerense continúa siendo un desafío importante para Kicillof y su equipo.
