En un contexto político marcado por la tensión institucional, La Casa Rosada busca despegarse del debate sobre la ampliación de la Corte Suprema y descarta impulsar el proyecto en el Senado. Aunque hoy comenzó el tratamiento de la iniciativa en un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y Justicia, desde el Ejecutivo afirman con claridad: “No es un proyecto nuestro y no lo vamos a acompañar”.
Entre las ocho propuestas debatidas por los senadores, se destaca la del salteño Juan Carlos Romero, de Cambio Federal, que propone una Corte Suprema de siete miembros con al menos dos mujeres. Esta iniciativa fue parte de las negociaciones del Gobierno con el kirchnerismo, cuando intentaron aprobar los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla durante las sesiones extraordinarias de febrero. Sin embargo, hoy el Ejecutivo asegura que la propuesta “no está en carpeta”.
Pese a esto, la mesa judicial del oficialismo mantiene su objetivo de cubrir las vacantes judiciales antes de las elecciones legislativas de octubre. Se busca negociar un paquete completo con la oposición, que incluya los pliegos de 150 juzgados federales y el reemplazo del Procurador General Eduardo Casal.
Además, el Ejecutivo contempla retomar los pliegos rechazados y baraja nuevos nombres como Ricardo Ramírez Calvo, Carlos Laplacette, Alberto Bianchi y Ricardo Rojas, así como una candidata mujer para la Procuración General del Tesoro.
Finalmente, desde Nación rechazan las acusaciones del PRO sobre supuestos pactos con el kirchnerismo respecto al proyecto de Ficha Limpia, cuya caída se atribuye a los votos en contra de los senadores de Misiones, aliados habituales del oficialismo.
