La reciente postura del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de abandonar la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Acuerdo de París por el cambio climático ha generado un intenso debate a nivel internacional. En este contexto, el gobierno argentino ha manifestado su intención de acompañar a Trump en su decisión, lo que plantea una serie de implicancias jurídicas y políticas en el país.
Desde la Casa Rosada ya se han iniciado estudios para evaluar las consecuencias legales de una posible salida de Argentina del Acuerdo de París. Esta decisión se tomaría tras el regreso del presidente Javier Milei de su gira internacional, que incluyó su participación en la asunción de Trump y el Foro Económico de Davos en Suiza.
En 2016, el Congreso argentino sancionó el Tratado de Acuerdo de París, convirtiéndolo en ley (Ley 27.270). Este acuerdo internacional, que busca limitar el calentamiento global a menos de 2 grados centígrados, fue respaldado por 196 países. Sin embargo, algunos actores políticos y sociales en Argentina se oponen a cualquier intento de desvincularse del pacto.
El exdiputado Alejandro Topo Rodríguez advirtió que una salida del acuerdo requeriría una nueva ley aprobada por el Congreso y no podría llevarse a cabo mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU). Este tipo de acción podría generar inestabilidad jurídica y afectar las relaciones comerciales internacionales del país.
Por otro lado, sectores de la oposición, como la UCR y la Coalición Cívica, han expresado su desacuerdo con la intención del gobierno de abandonar el Acuerdo de París, destacando que Argentina ya está comprometida con las metas medioambientales y que un retroceso en este sentido afectaría la imagen internacional del país.
Desde el oficialismo, se sostiene que el presidente tiene facultades constitucionales para tomar decisiones sobre política exterior, incluyendo la firma de tratados internacionales. En cualquier caso, el futuro de la relación de Argentina con el Acuerdo de París será un tema central en el debate parlamentario de este año, especialmente en el contexto de la campaña electoral.
Este complejo escenario plantea interrogantes sobre el equilibrio entre la política interna y las obligaciones internacionales, y sobre cómo Argentina manejará su posicionamiento en relación con el cambio climático y su participación en tratados globales clave.