Las auditorías impulsadas por el Gobierno de Javier Milei han revelado una serie de irregularidades en los hospitales nacionales, poniendo en evidencia problemas de gestión y mal uso de recursos. El “proceso de reorganización y eficientización de recursos” que lleva adelante el Ministerio de Salud ha expuesto la contratación de servicios tercerizados millonarios y la compra de medicamentos a precios inflados, a pesar de que existen empleados públicos para realizar esas tareas.
Uno de los hallazgos más significativos es la disparidad en los costos de servicios tercerizados, como vigilancia y limpieza, en hospitales como el Garrahan, El Cruce y Cuenca Alta. En estos centros, los precios de una hora de vigilancia o el costo de servicios de limpieza muestran variaciones alarmantes, con diferencias de hasta un 144%. Además, se identificaron sobreprecios en medicamentos, como el clonazepam, diclofenac y omeprazol, que fueron adquiridos a precios superiores a los que se encuentran en las farmacias.
Ante estas irregularidades, el Ministerio de Salud ha comenzado a implementar un “plan de eficiencia y reestructuración” para mejorar la asignación de recursos y garantizar una atención de calidad para los pacientes. Este plan incluye medidas como la revisión y renegociación de contratos, la optimización de los procesos administrativos y la implementación de incentivos basados en resultados. Se espera que estas acciones conduzcan a un ahorro significativo en el gasto hospitalario, con proyecciones de reducción de costos en limpieza y seguridad de hasta el 45% para 2025.