En paralelo a las negociaciones con el FMI, el Gobierno de Argentina acelera los contactos con otros organismos internacionales, como el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con el objetivo de conseguir fondos adicionales para fortalecer las reservas del Banco Central y paliar la presión financiera.
El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, viaja este miércoles a Chile para participar de la asamblea anual del BID, donde se espera que mantenga reuniones clave con el titular del organismo, Ilan Goldfajn. El BID ya había anunciado en 2024 una ampliación de US$2400 millones a desembolsar entre 2024 y 2025, lo que es crucial para la economía argentina. Recientemente, el BID también otorgó un crédito de US$200 millones para ayudar a paliar los efectos de las inundaciones en Bahía Blanca.
En el mismo contexto, el Banco Mundial ha mostrado su apoyo a través de una extensión de préstamos hacia la Argentina. El BM mantiene una cartera activa de 26 préstamos en el país, muchos de los cuales están destinados a subsidiar tarifas de luz y el boletaje de colectivos. El presidente del BM, Ajay Banga, visitará Buenos Aires el 2 de abril para reunirse con Javier Milei y Luis Caputo con la intención de fortalecer este respaldo.
El equipo económico de Javier Milei se encuentra en un momento crucial de su negociación con el FMI, con vencimientos pendientes por US$14.000 millones hasta 2027. Según el directorio del FMI, las conversaciones para un nuevo acuerdo están avanzadas, y se espera un monto cercano a US$20.000 millones en derechos especiales de giro (DEG). Sin embargo, aún persisten dudas sobre la estructura del acuerdo, en especial en cuanto a los refinanciamientos y la asignación de los fondos.
Este enfoque en los organismos multilaterales no solo busca mejorar la liquidez del país, sino también garantizar la estabilidad económica en un contexto internacional incierto.
