La muerte de nueve pacientes en el Hospital Italiano de La Plata tras recibir fentanilo contaminado ha destapado una trama mucho más profunda que involucra irregularidades, antecedentes penales y una serie de fallos en la cadena sanitaria. La Justicia Federal investiga el caso tras confirmarse que el laboratorio HLB Pharma Group S.A. estaba involucrado en la producción de este fentanilo contaminado.
Este laboratorio no es ajeno a la controversia. Ha sido sancionado repetidamente por la ANMAT en los últimos años debido a medicamentos contaminados, falsificaciones y deficiencias en la trazabilidad de sus productos. HLB Pharma continuó operando en el sector de anestésicos y opioides, a pesar de estas infracciones graves.
Los dueños actuales, Ariel García Furfaro y Jorge Salinas, tienen un historial vinculado a escándalos previos. Fueron parte del Laboratorio Apolo, acusado de contrabando de medicamentos y de ser responsable de una explosión trágica en 2016. Tras adquirir HLB Pharma en 2017, la empresa retomó la producción de medicamentos críticos, pero las irregularidades sanitarias nunca desaparecieron.
El escándalo actual se desencadenó cuando se detectó que un lote de fentanilo distribuido en 2024 contenía bacterias como Klebsiella pneumoniae y Ralstonia pickettii, lo que resultó en nueve muertes en el hospital. Tras el brote de neumonía bacteriana, la ANMAT clausuró la distribución del fentanilo contaminado y comenzó una investigación judicial.
La ANMAT y el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires están colaborando en la investigación y han realizado un relevamiento en los hospitales públicos de la región. El caso sigue en desarrollo, pero las irregularidades en HLB Pharma y sus vínculos con la mafia de medicamentos se revelan como un capítulo oscuro en el sector farmacéutico argentino.
