El sector de la construcción en Argentina atravesó un 2024 extremadamente negativo, con una caída sostenida en la actividad y una recuperación que parece lejana. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), aunque se registró un pequeño aumento del 2,2% en noviembre respecto al mes anterior, la caída acumulada en los primeros 11 meses del año alcanzó un 28,5%. El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) mostró una baja interanual del 23,6%, destacándose caídas drásticas en materiales como artículos sanitarios de cerámica (-46,9%), hierro para la construcción (-34,8%) y ladrillos huecos (-34,5%).
El empleo en el sector también se vio afectado, con una caída del 14% interanual en octubre y un descenso acumulado del 17,4% entre enero y octubre. Por otro lado, la superficie autorizada para obras privadas subió un 4,3% interanual en octubre, pero acumuló una baja del 10,4% en los primeros diez meses del año.
La paralización de la obra pública nacional fue un factor clave en la crisis, especialmente en provincias como Corrientes, donde la falta de inversión estatal llevó al cierre de muchas pequeñas y medianas empresas (PYMEs). Según Gustavo Rosello, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) en Corrientes, la industria sufrió un fuerte impacto por la “desaparición del Estado Nacional” y la falta de inversiones en infraestructura. Sin embargo, hay esperanza de una reactivación para 2025, impulsada por el crédito privado.
