En plena temporada de calor extremo y largas jornadas de sol, las condiciones atmosféricas en Corrientes y en la región del Noreste Argentino (NEA) están favoreciendo una alta pérdida de agua hacia la atmósfera. Este fenómeno, conocido como evapotranspiración, es el resultado de la combinación de la evaporación del agua desde las superficies del suelo y la transpiración de seres vivos, como plantas y animales. Durante los días más calurosos, este proceso se intensifica y puede tener consecuencias significativas para la disponibilidad de agua en la región.
Según los datos meteorológicos de la Red de estaciones meteorológicas del INTA, que utilizan el modelo Penman-Monteith para calcular la evapotranspiración, el 8 de enero de 2025 se registraron valores críticos en varias localidades clave, como Caá Catí (8,76 mm), Mercedes (8,25 mm) y Sombrero (8,04 mm). Estos valores son indicativos de una elevada demanda atmosférica de agua. La ingeniera agrónoma Susana Escalante, del INTA Mercedes, explicó que por cada milímetro de evapotranspiración por hectárea se pierden aproximadamente 10.000 litros de agua. Por lo tanto, con una pérdida de 8 mm/día, se perderían alrededor de 80.000 litros de agua por hectárea diariamente.
Este fenómeno debe ser monitoreado de cerca por los productores agrícolas, ya que la demanda atmosférica debe ser compensada con estrategias de riego adecuadas para evitar el estrés hídrico en los cultivos. Las condiciones atmosféricas, que incluyen la duración del día, las temperaturas extremas, la velocidad del viento y la radiación solar, deben ser tenidas en cuenta al ajustar los sistemas de riego y asegurar el buen desarrollo de las plantas.
El mes de enero, con su combinación de altas temperaturas y radiación intensa, es el más crítico del año para la pérdida de agua. Por ello, se recomienda a los productores agrícolas realizar un monitoreo constante de las condiciones climáticas y ajustar sus prácticas de riego para mitigar el impacto de este fenómeno y optimizar el uso del recurso hídrico.