Asistieron a esta charla el intendente de la Ciudad de Corrientes, Eduardo Tassano; los senadores nacionales, Eduardo Vischi, y Gabriela Valenzuela; los senadores provinciales, Henry Fick, Noel Breard, y Sergio Flinta; ministros provinciales; autoridades del BanCo; funcionarios provinciales y municipales, concejales y representantes de asociaciones intermedias.
En una interesante charla, Facundo Nejamkis analizó el panorama político actual de Argentina y cómo la llegada de Javier Milei ha transformado el escenario electoral tradicional, al destacar la fragmentación política provocada por la irrupción del candidato. Según Nejamkis, esta nueva configuración ha dificultado el panorama tradicionalmente organizado entre el peronismo, el PRO y el radicalismo.
Nejamkis también advirtió sobre las elecciones nacionales y provinciales de este año, indicando que representan un gran desafío para el Gobierno de Milei. “Es crucial lo que suceda en octubre, pues definirá los últimos dos años de su mandato”, dijo, destacando la necesidad de que Milei logre fortalecer su respaldo en el Congreso. En cuanto a las elecciones provinciales, comentó que la estabilidad y popularidad de los gobernadores actuales podrían influir en el impacto de las elecciones nacionales, especialmente en provincias con gobernadores fuertes.
Respecto a Corrientes, Nejamkis destacó que la dinámica política de la provincia es autónoma del resto de Argentina. “Corrientes tiene un radicalismo vigoroso, diferente a lo que ocurre en otras partes del país”, afirmó.
El consultor también se refirió a la fragmentación política actual, que, según él, refleja un desinterés de la gente por la política. “Los ciudadanos están más preocupados por su vida cotidiana, por poder atender las demandas de sus familias”, señaló, añadiendo que este sistema dificulta la gobernabilidad. También opinó que, si bien la batalla cultural es relevante para algunos, la situación económica sigue siendo la principal preocupación de la mayoría de la población.
Nejamkis concluyó diciendo que una mala situación económica puede destruir cualquier relato político, ya que la economía atraviesa todos los sectores de la sociedad. “Si la economía no funciona, no importa el discurso”, aseguró, resaltando que un gobierno debe solucionar los problemas económicos para evitar dificultades en su vínculo con la ciudadanía y garantizar la gobernabilidad.
