Productores en alerta por el impacto de las intensas lluvias que afectaron a la región núcleo desde el pasado jueves, con acumulados extraordinarios especialmente en el noroeste de la provincia de Buenos Aires. Las precipitaciones generaron graves complicaciones en el avance de la cosecha de soja, uno de los cultivos más importantes de la campaña.
Según Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, se registraron más de 150 milímetros en amplias zonas, y en casos extremos se superaron los 350 mm, como en Chacabuco (378 mm), Rojas (250 mm) y Junín (225 mm).
Aún quedaba por cosechar una parte significativa del cultivo en Buenos Aires, especialmente en el norte y noreste provincial, donde más de dos tercios de la soja permanecían en pie. “La duración del agua es crítica para evaluar el daño”, advirtió Russo, señalando que los excesos hídricos pueden provocar perjuicios productivos importantes si no drenan a tiempo.
También se reportaron ráfagas intensas en zonas como Hipólito Yrigoyen, con daños por viento en estructuras rurales. En paralelo, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó que localidades del norte bonaerense como Chivilcoy, San Antonio de Areco y Chacabuco registraron acumulados superiores a los 400 mm, lo que agrava la situación.
En cuanto a superficie comprometida, en el norte bonaerense restan por recolectarse unas 530.000 hectáreas de soja, con probabilidad de afectación. En el oeste bonaerense, aunque los acumulados fueron menores (80 a 100 mm), aún hay 730.000 hectáreas pendientes, y la región ya venía retrasada por las lluvias de marzo, acumulando una demora interanual del 14,7 % en el ritmo de cosecha.
Respecto al maíz, el avance en el norte bonaerense ronda el 90 %, con unas 120.000 hectáreas de planteos tardíos por recolectar. En el oeste, aunque la superficie sin cosechar es mayor, no se prevén pérdidas productivas significativas.
El pronóstico climático anticipa bajas temperaturas y nuevas lluvias, lo que impedirá el secado del grano y demorará el reingreso de las cosechadoras. Desde la Bolsa de Cereales porteña, advierten que se deberá esperar a que mejoren las condiciones del suelo y del cultivo para evaluar el impacto final de este evento climático sobre la producción.
